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Existe la creencia romántica de que el éxito empieza de cero.
Imagino que también lo has escuchado. ¿Cierto?
Que Jeff Bezos, que Sam Walton, que Gates y Allen, que Jobs, que el de la verdulería del barrio. La creencia de que empezaron de cero está muy arraigada en la cultura popular.

Creo que una de las razones es que desde niños nos hemos acostumbrado a conocer y leer sobre los superhéroes. Forman parte de los recuerdos de nuestra infancia, de la forma en que nos gusta ver el mundo y donde necesitamos admirar a alguien. Esta gente exitosa es gente común y corriente, como nosotros, que con esfuerzo, dedicación y sin nada lograron construir algo grande y que ha trascendido.
Y eso aplica para cualquier campo en la vida. Hace unos días tuiteaba sobre la llegada de Yuki Kawauchi a la ciudad de Boston, para correr la maratón de este año. Es uno de mis héroes a nivel deportivo, un récordman de la distancia con un palmarés y condición física privilegiada, capaz de correr varias maratones en el año y en todas obtener un buen resultado, no se diga alcanzar el podio en muchas de esas carreras. Su máximo logro, ganar el maratón de Boston en el 2018. Y mi razón para admirarlo es que hasta hace un par de años todavía trabajaba tiempo completo y no tenía patrocinadores. Un deportista del Olimpo que tenía las mismas penurias de quienes tenemos que conciliar trabajo, familia, entrenos, estudios, etc.
El mundo necesita esas historias. Yo las necesito, no lo oculto. Son de inspiración y en ocasiones motivan para seguir intentándolo.
El único problema que le veo a la creencia popular es que, en realidad, el éxito no empieza de cero.
…en realidad, el éxito no empieza de cero.

Verás, Amazon empezó en el garaje de una casa, de la idea de vender libros por internet. Apple también empezó en un garaje, pero había un par de genios con una visión en ese garaje. Sam Walton tenía la idea de una tienda de conveniencia que incluyera todo y al no tener los recursos recurrió a su suegro.
Todos los éxitos nacieron de algo, de un conocimiento previo, de una idea, de una “casualidad” que vemos en la vida. El éxito no empieza de cero. Hay algo detrás.
Nos gustan las historias de empresas y personas exitosas porque inspiran y se consideran suertudos, genios, que estaban en el lugar correcto en el momento correcto. Y ya está, se acabó la suerte o el éxito, dejándonos a los demás como espectadores o víctimas.
Todos los éxitos nacen con un trecho ya recorrido. Lo que quiero decir es que vos, con lo que sabés y tenés en este momento, también podés empezar a generar el tuyo. Esa idea, ese proyecto, ese deseo, eso que está ahí en tu cabeza y corazón, eso puede ser tu éxito. Puede nacer de tu decisión de hoy mismo empezar a darle forma.
… vos, con lo que sabés y tenés en este momento, también podés empezar a generar tu propio éxito
Quizá no vaya a ser un Apple, un Amazon, un Lego, pero para vos será uno de tus momentos y obras cumbre en la vida.
Todo empieza por animarte y empezar a darle forma, si lo deseás realmente.
¿Cuál es el éxito que vas a empezar a construir ya?
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