Lo usual es ver los estragos que producen en una organización el poco compromiso de los colaboradores.
Sobran los estudios y encuestas que nos revelan hechos brutales –pero ciertos- que ocurren en un ambiente laboral donde el compromiso es un factor ausente. El ambiente en si mismo es pesado, las relaciones se tornan ásperas, incluso hasta con los clientes y proveedores. La productividad baja, cada quien está por lo suyo y, a nivel macro, la rentabilidad de la organización disminuye.
En mi artículo anterior hacía el siguiente cuestionamiento: ¿Cómo crear equipo cuando todos buscan llevar agua a su propio molino para sobrevivir?

Y es que, a riesgo de caer en una generalización, la falta de compromiso de los colaboradores es producto de una ausencia aún peor: el poco, o nulo, compromiso por parte de los mandos de la organización.
Por mandos me refiero a cualquier persona con un pelín o con mucho poder, generalmente dado por alguien más. Aquel jefe o supervisor que se pavonea de serlo pero que a la hora de llegada no aporta mucho. Su camiseta del equipo es de manga corta o de tirantes. Los demás si deben estar comprometidos y con su camiseta de la organización puesta, mientras que la de ellos es solo para ocasiones especiales.
Y, evidentemente, esta ausencia de compromiso pesa mucho más. ¿Recordás aquello de que la gente no renuncia a su trabajo sino a su jefe en la mayoría de ocasiones? Pues eso. El componente de un mal liderazgo –o bueno, en caso contrario, tiene mucho peso en la organización.
¿Qué hacer en esos casos?
Hay tres pasos que considero importantes, para tomar a nivel individual y grupal:
- Un ejercicio de autoconciencia: es fácil caer en la trampa de creer que todo lo estoy haciendo bien. ¿Lo estaré/estaremos haciendo realmente bien?
- Una pizca de humildad: Mirá, no te las sabés todas. Ni todo está inventado ya. Aún queda mucho mundo, las posibilidades pueden ser infinitas y más si te atrevés a expandirte.
- Cambiar la mirada: ¿Qué cosas te estás perdiendo de tu equipo de trabajo por creerte vos el que lo sabe todo? Cuando descubrís que hay mucho talento a tu alrededor, la situación puede empezar a mejorar.
La falta de compromiso es letal en cualquier relación humana. Caso contrario, cuando se establece un compromiso y se respeta, la probabilidad de crear equipo y obtener el éxito se dispara.
¡Éxitos y a por todo!
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Fabrizzio Ponce